viernes, 9 de mayo de 2008

Día de la madre

(Inserta aquí tu chiste)

Livia Soprano, prueba de que tu madre es una santa

Así que otra vez es 9 de mayo y en lugar de comprarle un regalo a tu bendita y sacrosanta madre, estás leyendo estupideces en esta malhadada revistucha. O acaso perteneces a esa élite cibernética (o sea nerds) para quienes salir a las tiendas es cosa del pasado, para eso está el Internet. En este último rubro están todos los desvergonzados que le van a regalar a la autora de sus días algo usado que comprarán en deremate.com y que seguro llegará roto y tres semanas después.

Sea como sea, seguramente tu señora progenitora te perdonará y se sentirá halagada de que te hayas separado un solo día de la novia, el Playstation y la cheve (a menos que seas de los "tiernos" que organizan "serenatas" en la madrugada del 10 de mayo) para felicitarlas por soportarte el resto del año.

Pero como otro servicio comunitario más de la Cola, te sugerimos evitar estos...

Regalos que jamás debes hacer a tu madre el 10 de mayo.

1. Discos o películas piratas.
No importa si tu madre es asidua del tianguis, por este único día métete a Sanborns y compra algo que pague Derechos de Autor, piensa cómo te sentirías tú si tu mamá no te hubiera concebido con el señor que pagó el Copyright en el altar, sino con un papá pirata.

2. Megaofertas.
Ya que hiciste el esfuerzo de meterte a una tienda, no lo arruines yéndote de inmediato a las liquidaciones. Ésta es una de esas ocasiones en que no queda más que pagar el precio de menudeo. Simplemente porque es mal karma, piensa que para tu mamá la opción más barata era abortarte.

3. Chocolates.
Aunque a ti te valga madre, tu ídem invierte demasiado tiempo y dinero tratando de recuperar la figura que tú le arruinaste. Si las cajas de Special K y Slim Fast que desbordan la despensa no te dicen nada, aprovecha esta ocasión para hacer que tu mami se sienta como algo más que el recipiente donde venías empacado tú y que se tira después de abrirse. Al contrario, mejor dale una membresía en Curves o Bally.

4. Flores de Semáforo.
No, no estamos hablando de unas flores que tienen los pétalos rojos, las hojas amarillas y el tallo verde, sino de los ramos marchitos y lamentables que se venden en los cruceros de nuestras ciudades. Esas flores podrán impresionar a las felinas que levantas en ciertos tugurios, pero estaría muy mal dárselas a tu abnegada unidad materna, aunque a lo mejor así la haya conquistado en su tiempo tu papá.

5. Artículos de cocina.
A menos que tu mamá sea chef, no es conveniente nada que implique que su lugar está en la cocina. Por mucho que tu madre pertenezca a una generación pasada (o varias), piensa que a ti no te gustaría que te regalaran sobres, folders o tinta de impresora el Día del Trabajo. Parte de la celebración es recordarle a la señora que la vida es más que hacer chilaquiles cuando tú o tu papá amanecen crudos.

6. Fantasía, joyería de
A menos que dichas joyas sean de varios kilates, lo mejor es evitarlas. Swarovski, circonia u oro blanco sólo tienen un nombre a los ojos de una mujer: chingaderas. Las joyas de verdad son muy caras y si no son perlas, oro o piedras preciosas (el cuarzo no cuenta), nomás no lucen. Por esa lana, te conviene más regalarle un spa o un fin de semana en la playa. A veces el mejor regalo para una madre es descansar de sus hijos.

7. Hágalo Usted Mismo.
No porque ella te haya hecho, quiere decir que tú le tengas que fabricar un regalo. Lo del retrato en tercera dimensión era tierno cuando tenías 5 años, así que a menos que hayas ido a una escuela de Bellas Artes, no te hagas el creativo y por dios, nada de manualidades. Este rubro incluye escribir cancioncitas de trova, especieros o, peor aún, un bodegón peor que los que venden en las carreteras.

8. Tarjetas de Hallmark.
Si tu señora madre no te hizo diligente, por lo menos disimula la hueva y escríbele algo que venga de ti. No hay nada peor que los mal llamados "pensamientos" chafas manufacturados en masa por copywriters malpagados. Si de plano las palabras no son lo tuyo, ten al menos la decencia de utilizar una cita de un poeta famoso o un pensador, levanta por una vez en tu vida un libro... sólo asegúrate que no sea...

9. Un regalo excepcional, Vol. 1 al 15, clones, derivados y demás hijos de Og Mandino.
Aunque tengas una de esas mamás que creen que la vida es bella y que se unió a los optimistas, no contribuyas a su pobreza espiritual con cursilerías a lo Paolo Coelho. Mejor regálale un libro de verdad. El género de la motivación/superación personal es el equivalente de llevarla a comer a McDonald's: no es tanto el sabor, sino lo artificial y ultra procesado, el saber que es comida barata, llena de grasa y que sólo te hace daño. Y hablando de eso, no se te ocurra...

10. Llevarla a comer.
Tal vez el peor error que cometen los hijos es que el único día en que se dignan sacar a sus mamás a pasear es el día en que todo está lleno de mamás. A menos que hayas conseguido reservaciones en un excelente restaurant y salgas dos horas antes, lo mejor es no aventurarse a salir, o te enfrentarás a los miles de hijos de sus madres que tuvieron la misma brillante idea. Vamos, es como ir a Acapulco en Semana Santa: aglomeraciones, esperas, filas, etc. Terminas estresado tú, estresada tu mamá (que invariablemente viene criticando tu manera de manejar) con todas las mentadas de los que te les metiste para no perder la reservación.

Ah, y felicidades a nuestra mamaces, (ojalá que en el Oxxo vendan tulipanes).


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