lunes, 11 de febrero de 2008

Maledicto XVI

...y acabaron con que Cleto ya se andaba chamuscando


En un discurso que pretende infundir temor en los ateos corazones europeos, el Santo Padre nos alegra la vida con la declaración de que "el infierno sí existe".

La decisión forma parte de la cruzada (perdonen el término) que hace Benedicto por devolver a la Iglesia sus orígenes, en este caso el siglo IV. Su intención es dejar muy claro que la Ley de Dios no debe ser tomada a la ligera y es absoluta. My way or the highway (to Hell).

Habrá, sin embargo, quien recuerde que Su Anterioridad, Juan Pablo II, ya había descontinuado el averno en 1999. Si tomamos en cuenta que, según la doctrina, ambas Santidades gozan de infalibilidad (y fuero), la única explicación posible sería que cuando JP II lo dijo es porque el infierno estaba cerrado por reparaciones. Como cuando va uno a Six Flags y ve los juegos que están cerrados ese día. "Fuera de servicio el día de hoy: El Círculo de los Adúlteros, El Lago de Fuego y la Kanoa Krakatoa".

"El humo de Satanás ha entrado a la Iglesia" -agregó.

Sin duda una frase para cantar durante la misa, con coro juvenil, guitarra y pandero.

Shalalalalá.

Como todos saben, aquí en la Cola somos aficionados obsesos del Vaticano (Gutiérrez, el corrector de pruebas, puede recitar las encíclicas en latín)*, así que si el Papa dice que el "infierno sí existe, es eterno y no está vacío", le creemos con toda el alma. Y no podemos evitar preguntarnos...

¿Quién está en el infierno? (ahora que el Papa lo reinauguró)

  • El Padre Massiel.
Por muchos méritos que haya hecho, eso de violar chavitos sigue estando muy mal. Aunque la Iglesia le haya dado solamente un pellizquito de monja, la lujuria es pecado mortal.

  • Lady Di.
La Princesa del Pueblo podrá haber utilizado su fama y fortuna para hacer más trabajo de caridad que toda la realeza británica junta, pero eso de divorciarse y luego, para colmo, fornicar con un infiel está muy mal hecho. No hay sección anglicana en el cielo, Diana, lo que hizo Dios, que no lo separe Dodi Fayed.

  • Al Gore
Pocos pecados son tan graves como contradecir la Biblia, que claramente nos manda: "...llenen la tierra y subyúguenla, y reinen sobre los peces... las aves y todas las bestias..." Así que, la Tierra es nuestra para hacer de ella lo que queramos, Al Gore. Además, el Papa ya declaró que el Calentamiento Global necesita ser probado con evidencia científica, porque si hay algo fundamental en la Iglesia es comprobar todo científicamente, desde el más pequeño diluvio a la transubstanciación.
  • Martin Luther King.
Como si no fuera suficiente ser protestante, el reverendo tenía el nombre de un hereke excomulgado por atreverse a la infamia de traducir la Biblia. Afortunadamente, la Iglesia ha dicho la última palabra en este debate de más de 400 años ahora que el Papa ha reinstituido las misas en latín. ¡Tomen eso, hermanos separados!

  • Ghandi.
Jesús lo dijo muy clarito. "Yo soy el camino... quien crea en mí no morirá". Y si hay algo que enfurece al señor es que la gente tome desviaciones, como el del politeísmo. Les tenemos noticias, hindúes, NINGUNO de sus millones de dioses es el bueno.

  • El Dalai Lama
Ay, Dalai. Qué descaro eso de creerse la reencarnación de un dios. Además que promover la tolerancia religiosa rompe flagrantemente el primer y más importante mandamiento. No importa cuántas reencarnaciones tenga, todas se van a quemar en el lago de fuego.

  • Charles Darwin.
Ni Hitler mereció tanto el castigo eterno como este hijo de Galileo, que a pesar de que en la Biblia dice muy clarito que Dios creó el mundo en seis días, Darwin insistió en sugerir la absurda y científicamente errónea idea de la evolución paulatina de las especies. Si venimos de los monos, de dónde vienen los monos de ahora, ¿eh? El Doctor Zaius lo haría colgar del pico más alto de la Estatua de la Libertad.

  • Einstein
No arde por sus aportes a lo que eventualmente se convertiría en la bomba atómica. Después de todo, el mundo entero sabe que las armas nucleares no son malas mientras no las tenga un país musulmán. El hombre más inteligente del mundo se ganó el castigo eterno por su insistencia no sólo de nacer en una familia judía, sino de además decir que las historias de la biblia no podían ser verdaderas ¡desde los doce años! No sabemos ustedes, pero si un niño de doce años no cree en un arca con millones de especies a bordo; mares que se parten y pan que llueve del cielo, no sabemos en qué pueda creer.

  • El Santo
A pesar de haber defendido a México y al mundo contra vampiros, momias, Frankenstein y un monstruo que parecía un tamal de peluche con ojos de foquito navideño, el Santo incurrió en la cólera divina por haber famosamente filmado dos versiones de sus cintas, una para los cines del páis, en que el Santo era el parangón de todo lo que era correcto, mientras que las versiones para el mercado internacional eran condimentadas con desnudos y violencia. El Enmascarado podría ser de plata, pero no era ningún santo.

  • Próximamente: El mismo Papa
Ahí sí estuvo muy tétrico, pero los cargos de asociación delictiva que pesan sobre el Papa son demasiados. Después de todo, de adolescente se puso la camiseta café con la banderita de cruz gamada, que representaba la eliminación sistemática del Pueblo de Israel y básicamente cualquiera que no perteneciera a la superior raza de Su ahora Santidad. Si no fuera suficiente, también está el cargo de herejía, por andar contradiciendo al Papa, que claramente dijo que el infierno no existía.

*Es cierto, puedo. Nota del Editor

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