viernes, 14 de septiembre de 2007

Del cura Hidalgo, el año nuevo y Rambo

Cuando se ha pasado tiempo en un vecindario tan lleno de sinagogas, se vuelve común el barullo de viernes por la noche y sábados por la mañana, cuando los judíos ortodoxos van y vienen a misa... o lo que sea que hagan allá adentro.

Y es que aquí hasta el súper es judío. En México hay Oxxos, aquí hay Ortodoxxos. Una vez cometimos el error de entrar y la gente nos miraba sorprendida. Pero la mayor sorpresa fue para nosotros, acostumbrados a que en todo Los Angeles haya pan Bimbo, en este súper resulta que todos los productos son importados de Israel.

El día de ayer fue la festividad de Rosh Hashana, que en hebreo quiere decir "La cabeza (o el principio) del año". Cae en estas fechas porque el calendario judío es lunar, no solar, como el nuestro. Como nota interesante, al año nuevo nuestro, en hebreo se le llama Sylvester, (como Stallone). Nadie sabe decirnos por qué, aunque ya entrados en materia, sería más padre que se llamara Rambo.

Hubo que volver a México y encontrarlo todo pintado de banderita nacional para acordarnos que mientras los judíos se preparan para la festividad más seria y piadosa del año, el ayuno de Yom Kippur, los mexicanos también le bajamos al desmadre, nos guardamos en nuestras casas y hasta dejamos de fumar para tener energía, garganta, hígado y pulmón para dar el grito.

Así que para todos nuestros lectores del pueblo elegido, Shaná Tová y un muy pacífico y reflexivo Yom Kippur. Para nuestros lectores mexicanos, feliz día de los Niños Héroes (también retrasado); y para nuestros amigos de Cinemark, qué poca madre quitar la película de Los Simpsons para poner su especial de películas mexicanas chafas y que cada vez da más pena ajena del destartalado cine nacional.

Ya sea que vayan a la sinagoga o al Zócalo, muchas felicidades y Feliz Rambo.

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