¡Viva Nosotros! ¡Mueran los otros!

(No vaya a ser que los golpeEmos)

Al principio no sabíamos qué pensar de la matanza de Queretalolco. Cuando un grupo de seres humanos ataca a otro sin motivo claro (ni religión, ni raza, ni ideología), hasta el más cristiano pondría en duda la capacidad del hombre para hacer el bien.

Afortunadamente, la religión católica viene al rescate al poner las cosas en perspectiva con el sermón del párroco de Santo Domingo, que nos regala esta perla: "Si los emos se quieren morir, hay que darles una ayudadita."

Qué bueno que contamos con la religión en estos tiempos difíciles.

Y el padre tiene razón. ¿Para qué molestarse en tratar siquiera de conocer a las causas de un fenómeno social complejo cuando es más fácil declarar culpables a las víctimas?

Si algo nos enseña la Iglesia a los largo de su historia, es que es más fácil eliminar la otredad que tratar de entenderla. Todo era más fácil en España cuando cualquier morenito era gitano o moro (los dos ardían igual en leña verde). Tras el descubrimiento de América, era más fácil determinar que la piel oscura era sinónimo de NO tener alma que alfabetizar y civilizar a 7 millones de sucios indios. ¿A poco no era más fácil fingir demencia ante el Holocausto que aceptar su parte de la culpa?

O el mejor ejemplo: ¿no es más fácil echarle la culpa a los niños violados que admitir que la sexualidad humana es demasiado compleja como para simplemente cancelarla en sus propios representantes?

Así que, siguiendo el ejemplo del padre, en la Cola también definimos a los grupos sociales con pinceladas gruesas:

Nuevos estereotipos
además de
"si en verdad eres emo, te tienes que suicidar"

• Si de verdad eres fresa, deja de vivir en un país pobre.
  

• Si de verdad eres punk, muere de una sobredosis antes de los 25, posiblemente durante un piercing en los genitales.

• Si de verdad eres metalero, aborda una moto y mata a lo que se te ponga enfrente mientras vomitas sangre.

• Si de verdad eres gay, construye un altar a Paulina Rubio mientras te pintas las uñas de rosa.

• Si de verdad eres católico, ten cuantos hijos te mande dios (sí, con minúscula).
  

• Si de verdad eres judío, vuélvete usurero y bebe sangre de bebés.
  

• Si de verdad eres americano, no comas más que hamburguesas diluidas con Coca-Cola ni te quites tus orejas de Mickey Mouse.

• Si de verdad eres francés, jamás te acerques a una regadera.

• Si de verdad eres mexicano, jamás te transportes a menos que sea en burro ni consumas alimentos que no sean en forma de tacos.
  

• Si de verdad eres gallego, jamás pienses.

• Si de verdad eres negro (EU), roba, mata y viola al ritmo del hip-hop.
  

• Si de verdad eres negro (África), vuélvete corredor huyendo de los leones.
  

• Si de verdad eres mujer, nunca aprendas a estacionarte.

• Si de verdad estudiaste en el Tec, no hagas sino dar órdenes (por internet).

• Si en verdad eres argentino, no hables de otra cosa que no seas vos.

Porque si en verdad quieres vivir aquí, tienes que ser igual a todos nosotros.

Si no lo compartes por Facebook, eres el enemigo