Alguna vez un hippie nos dijo que su mascota, una paloma blanca, se llamaba Arroz porque ése era el alimento básico de todo el mundo. Acostumbrados a hacerlo de lado para entrarle al filete (al arroz, no al hippie), en su momento nos pareció exagerado que una guarnición tan insípida como el arroz fuera tan importante.
10 años después, arresulta que el mentado arroz escasea en todo el mundo y que su demana ha causado todo tipo de reacciones entre la comunidad internacional. Por un lado, los chinos y los indios han detenido su exportación para el autoconsumo. Por otro, los pudientes han almacenado el preciado cereal para revenderlo a precios infames. En el Occidente, por otro lado, Sam's Club ha limitado la compra a 40 sacos por persona, así que si piensan hacer paella, limítenla a 300 de sus amigos más cercanos, por favor.
En lo personal, culpamos a los miles de restaurantes chinos e indios en todo el mundo, con su costumbre de regalar kilo y medio de arroz con cada platillo; a los niños que se niegan a comérselo, y por último a las mamás, por ponerle chícharos cuando saben que nunca nos han gustado.
No sabemos qué nos depara el destino (cuando nos alcance) pero aquí les sugerimos algunas ideas culinarias para hacer frente a esta futura escasez.
Recetario Zero Cola para los próximos años de hambruna global
- En vez de moros con cristianos, servir solamente moros, así de paso nos reconciliamos con el mundo árabe, que controlará las rutas de navegación cuando se acabe el petróleo.
- Sustituir con lentejas todo lo que sea posible. Aunque la transición no siempre será fácil, pronto nos acostumbraremos a variaciones como Paella de lenteja, lentejas con leche, Choco Lentils y Special L.
- Acostumbrarnos a alternativas tecnológicas, como las cosechas hidropónicas, los súper fertilizantes, el arroz transgénico y el soylent verde.
- Como los frijoles aún no escasean, tratar de consumirlos más seguido, aunque esto podría empeorar el caso de las emisiones nocivas para la atmósfera.
- Irse a las iglesias "nice" cada sábado con una cubeta y un recogedor: la gente pudiente no escatima cuando se trata de bodas.
- No es mala idea ir construyendo también una alhóndiga fácilmente defendible en nuestra azotea.
- Ir juntando souvenires de "tu nombre en un grano de arroz" que compró la familia en la feria pasada.
- Si el maíz se puede convertir en combustible, buscar una forma de comernos el petróleo. Pémex podría terminar siendo nuestro McDonald's.
- Pedirle a Jaime Camil que convenza a Bono de que haga un Rice-Aid.
- Matar dos pájaros de un tiro y empezar a comer chinos.
Provechito.
2 comentarios:
Miralooo! que listillo...
Me atrapó el título de entrada, tengo que confesarlo.
Un abrazo fuerte y un par de besos.
Después del título, tiene que atraparte aun más porque habla de comida y recetas, Chepina.
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