Así es, queridísimos lectores, lectoras y lecvacas.
Aunque la respuesta a nuestra nueva sección (aquella que celebra aquellas pequeñas cosas que hacen que la vida valga la pena) fue apabullante (recibimos exactamente una carta), decidimos insistir en pasarla otra vez para consideración de todos ustedes. Tal vez cuando leamos esa única carta nos demos cuenta de que la sección en realidad no gustó, pero por lo pronto aquí los dejamos con la caricatura viviente, como le gusta que le llamen, Ennio Marchetto en toda su gloria de segunda dimensión.
Que lo disfruten.
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